Anatomía Femenina

Conocerse a una misma

¿Cuánto hace que no tomas un espejo de mano y te inspeccionas los genitales de la misma manera que te inspeccionas las manos mientras te haces la manicura o te lavas la cara?

Para la mayoría de las mujeres, no forma parte de la rutina cotidiana puesto que cuándo éramos niñas nos decían que no se miraban, no nos tocáramos y tampoco les prestáramos mucha atención. "Allí abajo" era una zona privada. Los genitales femeninos quedan ocultos de una forma natural, envueltos en una suave capa de piel, cuviertos de vello y bastante escondidos en tre los muslos así que no hay que asombrarse de que nuestra vulva se haya convertido en un misterio... incluso para nosotras mismas. 

Tenemos pocas maneras de descubrir la tremenda diversidad de la anatomía sexual femenina y de descubrir la verdad sobre el fabuloso cuerpo femenino. Después de hacer caso omiso a esa zona de "ahí abajo" no es de extrañar que terminemos pensando que nuestros genitales son inferiores, carentes de atractivo, no se pueden mencionar y son anormales. Por fortuna, en los tiempos que corren cada vez se está cambiando esta forma de pensar.

Es de vital importancia que llegues a conocer tu cuerpo sexual tanto para la salud física como para el bienestar sexual porque cuantas más cosas sepas sobre tu cuerpo, más formas descubrirás de obtener placer, la gratificación sexual será mayor y mayores probabilidades tendrás de saber cuando algo no va del todo bien con tu salud física o tus relaciones sexuales. 

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